Los Callejones de las Majadas se encuentran a unos 40 kilómetros de Cuenca. Son la otra «Ciudad Encantada» sólo que esta es gratuita ya que no se encuentra en una finca privada.
¿CÓMO LLEGAR?
Para llegar a los Callejones de las Majadas, la mejor opción es hacerlo con tu propio coche.
Otra opción es hacerlo en excursión guiada (opción que elegimos nosotros y no recomendamos). Si se dispone de vehículo, mi consejo es hacer la visita guiada a la Ciudad Encantada (son 5€ más, pero nuestro guía hizo que valiese la pena). Puede que los guías (ambos oficiales) hayan marcado la diferencia y también el día. El de la Ciudad Encantada se lo curró mucho, además era biólogo y nos iba explicando un montón de curiosidades sobre las plantas que veíamos. El de las Majadas estaba bastante sofocado porque hicimos la visita a las 4 de la tarde en plena ola de calor…
Para llegar desde Cuenca, hay que coger la A40 en dirección Madrid N-400 hasta la salida 309 hacia Tragacete.
Después, se continúa 17 km por la CM-2110. Luego hay que mantenerse a la izquierda para continuar por la CM-2105 hasta llegar a Villaba de la Sierra. Ahí se continúa por la CUV-9113 hasta el pueblo Las Majadas, donde, bordeando el pueblo, hay un indicador, a mano derecha, que nos lleva a Los Callejones.
LAS MAJADAS Y SUS CALLEJONES
La acción del agua, el viento y el hielo ha hecho posible este fenómeno kárstico que va desgastando las rocas de este lugar, dando como resultado una muestra sorprendente de arte.
Las formaciones más famosas, como la de la foto superior, se llaman tormos y pertenecen a la última fase de descomposición.
En el Cretácico, el mar de Thetis cubría gran parte de la península ibérica y las zona que hoy conforman, tanto la Ciudad Encantada como las Majadas, formaba parte del fondo.
Era una zona de aguas tranquilas donde hubo una importante deposición de sales, principalmente carbonato cálcico, provenientes de los esqueletos de los animales de la zona y de la porción disuelta en el agua. Es por eso que todo el suelo está recubierto como de arena de playa.
La roca caliza es muy permeable y permite la infiltración del agua de lluvia. El agua, junto con la acción del dióxido de carbono (CO2), disuelve esta roca, aumentando aún más su porosidad y formando en su interior galerías y diferentes rocas con formas que hacen volar la imaginación de quien las ve.
El terreno era usado también como redil para resguardar el ganado o para que este descansara. Los pastores agrupaban a las ovejas o cabras en lugares entre las rocas a los que accedían a través de arcos o estrechos pasadizos que luego se ensanchaban en forma circular y en los que podían controlar a todo el rebaño.
ZONA SUPERIOR DE LOS CALLEJONES
Es posible acceder a la zona superior de los callejones que discurren por el territorio. Desde ella se pueden ver una serie de grietas dividen este mar de rocas.
El viento, la lluvia y el paso de miles de años han originado este mar de piedra, donde podemos apreciar multitud de formaciones, puentes y pasajes.
ESCENARIO DE PELÍCULAS
En este singular paraje se ha rodado más de una película como por ejemplo “El mundo nunca es suficiente”, de la saga de James Bond, el agente 007, protagonizada por Pierce Brosnan.
MIRADOR DEL TÍO COGOTE
Este mirador se encuentra a un par de kilómetros de los Callejones de las Majadas, siguiendo los carteles dirección «Miradores».
Desde él las vistas son espectaculares.
Hacia un lado y otro se divisan la preciosas formaciones rocosas de la sierra mientras varios buitres leonados pasan volando a pocos metros.
VENTANO DEL DIABLO
El Ventano del Diablo es un mirador que queda justo al lado de la carretera por la que regresamos a Cuenca, a unos 36 km de distancia.
Este singular mirador está perforado en la roca. Tiene una superficie de unos 200 metros desde la que se observan el valle por el que discurre el río y la sierra que lo envuelve.
Cuenta la leyenda que, el Diablo organizaba en este lugar sus ejercicios de brujería y arrojaba al río a todo el que osaba asomarse por las ventanas del mirador.
Este concurrido mirador, con forma de cueva con grandes ventanas, tiene unas maravillosas vistas al río Júcar y a los nidos de varias colonias de buitres leonados.
A nosotros nos encantaron las visitas guiadas a la ciudad. La visita nocturna y la teatralizada son totalmente recomendables así como la visita guiada a la Ciudad Encantada.
Nosotros las reservamos en la oficina de turismo, aunque también está la opción de reservarlas con Civitatis.
Deja una respuesta