Burdeos es una de las ciudades más bonitas de Francia, conocida por sus vinos y por su centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007.
Tuvimos la oportunidad de visitar esta ciudad en primavera, quizás la mejor época para hacerlo ya que en verano las temperaturas suelen ser altas.
La mejor opción para conocer Burdeos y saber un poco más sobre su historia es una visita guiada que se puede reservar en las oficinas de turismo, este free tour o este recorrido por el Viejo Burdeos y el barrio de San Miguel.
Burdeos es, después de París, la ciudad de Francia con más monumentos y edificios históricos.
Habíamos leído que no era muy grande, pero nos pareció una ciudad para pasar más de un fin de semana.
¿QUÉ VER y HACER EN BURDEOS EN DOS DÍAS?
1. LA PLAZA DE LA BOLSA
La plaza más espectacular e icónica de la ciudad, adordada por la fuente de las Tres Gracias, las hijas de Zeus.
Esta fuente que sustituye a la estatua ecuestre de Luis XV que presidía la plaza hasta que fue fundida durante la Revolución Francesa.
Esta plaza que data del siglo de las Luces recuerda un poco a Versalles.
Durante el siglo XVIII, esta era la Plaza Real y, junto con el edificio de la Bolsa, era el lugar en el donde se establecían los precios de las mercancías.
2. FOTOGRAFIAR EL ESPEJO DEL AGUA
El espejo del agua está ligado a la plaza de la bolsa, ya que desde él se hacen las mejores fotos de Burdeos.
Fue creado en el año 2006 por el paisajista Michel Corajoud junto con el ingeniero hidráulico Jean-Max Llorca, haciendo que este lugar fuese declarado Patrimonio Mundial Contemporáneo.
Es el espejo de agua más grande del mundo. Tiene una capacidad de 3450 metros cuadrados de agua en la superficie, más otros 800 en un tanque subterraneo).
Tiene un pequeño inconveniente, que es lo que nos pasó a nosotros, y es que, si hace viento, el agua se mueve y no se ve reflejada la Plaza de la Bolsa.
Además, con la crisis energética, al no encender las luces de los edificios, estos tampoco se ven tan reflejados en el agua como en las fotos que solemos ver en internet o en los folletos turísticos.
De todas formas, siempre se llena de gente con los pies descalzos aprovechando para hacerse fotos o refrescarse en los días más claurosos, con unas vistas inmejorables, tanto de la Plaza como del Garona.
3. RECORRER EL RÍO GARONA
El Garona es uno de los ríos más importantes de Francia que atraviesa la ciudad, dándole el nombre del «Puerto de la Luna», ya que, a su paso por Burdeos, el río forma una media luna.
Nosotros lo que hicimos fue atravesar el río por el tradicional Puente de Piedra y caminar por el paseo hasta el moderno Puente Jacques Chaban Delmas y volver por la otra orilla, pero son unos 8 km.
Si no quieres andar tanto, siempre puedes coger el travía o el BAT, un barco que te lleva por el Garona, por el módico precio de 1,70 euros (en 2023) que es lo que cuesta un billete de transporte público (3 euros 2 viajes).
Aunque debes saber que el viaje en barco está incluido en la City Pass, de la que más tarde te hablaremos.
4. CRUZAR EL PUENTE DE PIEDRA
O al menos, fotografiarlo y contar sus maravillosos 17 arcos, que según cuentan algunas lenguas, se corresponden con las letras Napoleón, quien lo mandó construir.
5. PROBAR LOS CANELÉS
¿Qué son los canelés?
El » canelé» es el dulce típico de Burdeos, hecho en pequeños moldes estriados (cannelés, en francés), de ahí su nombre.
Originalmente se escribía con doble «n» (cannelé), pero en 1985 se crea la Cofradía del Canelé y deciden quitarle esa letra para que todo el mundo pueda identificar su nombre con este bizcochito.
Aunque quizás lo que no mucha gente sabe es que están vinculados a la crianza de los vinos.
Un poco de historia
Durante el proceso de clarificación del vino (filtrado del vino en cubas), se necesitaban claras de huevo para estabilizar los preciados néctares en las barricas.
Entonces, para no tirar las yemas, los dueños de las bodegas, decidieron dárselas a las monjitas, que siempre se ha sabido, que son buenas reposteras.
Entonces, ellas, las empezaron a utilizar para hacer los canelés junto con otros ingredientes como leche, harina, azúcar y, por supuesto, mantequilla.
Estos pasteles cilíndricos se hicieron tan populares que los nobles de la época también quisieron probarlos y les encantaron.
Pero como no querían comer lo mismo que los pobres, mandaron añadir a la receta dos ingredientes que sólo ellos podían permitirse.
Un par de ingredientes que llegaban desde la otra punta del mundo al puerto de Burdeos: vainilla y ron.
Hoy en día son el postre típico de Burdeos y pero también los puedes encontrar en otros pueblos. Hay un montón de pastelerías que los venden en diferentes tamaños.
Las más famosas son Baillardran y La Toque Cuivrée. Todas tienen tanto los tradicionales, como la opción sin ron, los de chocolate…
Nosotros personalmente, preferimos los tradicionales. Los que no llevan ron, no tienen ese toque crujiente por fuera, pero están muy buenos.
6. ATRAVESAR VARIAS DE LAS PUERTAS DE LA ANTIGUA CIUDAD DE BURDEOS.
Burdeos durante la Edad Media estaba protegida por una gran muralla con varias puertas. Pero al derribarse la muralla, la mayoría de ellas fueron destruidas.
La Burdeos de hoy en día se debe en gran parte al intendente Tourney y a su arquitecto Poitier. Tourney quería que Burdeos fuese la ciudad más hermosa de Francia.
A ellos se deben las largas avenidas, las grandes plazas y la idea de construir grandes puertas de la ciudad en forma de arcos de truinfo.
De las 6 puertas que conserva la ciudad, destacan dos.
6.1 LA GROSSE CLOCHE O GRAN CAMPANA
Esta puerta es la más antigua de la ciudad y el único vestigio de la antigua muralla defensiva del siglo XIII, que también sirvió de prisión.
En lo alto se puede ver un león dorado, símbolo de los reyes de Inglaterra.
Destaca la enorme campana, que da nombre a la puerta y que data del año 1775. Aunque desde el suelo no pueda parecer tan grande, pesa 7800 kg.
6.2 LA PUERTA CAILHAU
Se contruyó a finales del siglo XV en el lugar de una antigua puerta defensiva.
Fue durante casi dos siglos la principal puerta de entrada a la ciudad para toda aquella gente que llegaba a Burdeos a través del puerto.
7. COMER EN ALGÚN PUESTO DE LOS MERCADOS
Los mercados son los lugares más económicos para comer en Burdeos, especialmente el Marché des Capuchins, en el que podrás comer un plato de 6 ostras de la Bahía de Arcachon y una copa de vino blanco por tan sólo 10 euros.
En la otra punta de la ciudad y justo en frente de la Ciudad del Vino y muy cerca de Les Bassins des Lumières, se encuentra Les Halles de Bacalan, un mercado muy animado en el que encuentras diferentes productos a buen precio.
Nosotros comimos un Camembert Rôti buenísimo por 10 euros y unas tortillas mejicanas rellenas de verduras y jamón y acompañadas por patatas fritas también por el mismo precio.
Además, por la tarde hay música en directo y muy buen ambiente.
8. DISFRUTAR DEL ARTE EN LES BASSINS DES LUMIÈRES
La base de submarinos de Burdeos fue construida por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial dado que Burdeos era un lugar estratégico por su apertura al Océano Atlántico, sus instalaciones portuarias y su lejanía del enemigo británico.
Sin embargo, desde la década de 1960, este búnker ha atraído a artistas, cineastas, artistas visuales y músicos fascinados por el espíritu del lugar convirtiéndose hoy en día en les «Bassins des Lumières».
Un espacio mágico con 6 espacios diferentes que lo convierten en el centro de arte digital más grande del mundo. Ofrece experiencias visuales y sonoras de alta calidad,hechas a medida y dedicadas a grandes astistas.
Sin lugar a dudas, este es lugar único e inusual de visita obligatoria en la ciudad para disfrutar de importantes exposiciones multimedia dedicadas a la historia del arte y la creación contemporánea.
Durante este 2024 se pueden ver las exposiciones de “De Vermeer à Van Gogh: los maestros holandeses” y “Mondrian, el arquitecto de los colores”, que se combinarán con exposiciones de otros artistas que podéis consultar en su página web.
9. APRENDER SOBRE EL MUNDO DEL VINO EN LA CITÉ DU VIN O EL MUSEO DEL VINO
Y no, no son lo mismo. Es más a la gente del Museo del Vino les enfada muchísmo que los confundan con el moderno e interactivo museo de la Cité du Vin.
9.1 LA CITÉ DU VIN
La Ciudad del Vino consta de una exposición permanente en la que podrás viajar por el mundo del vino desde la Antigüedad hasta nuestros días, pasando por los cinco continentes para conocer un poco mejor sus vinos y regiones vinícolas.
En ella, además de aprender sobre los aromas de este néctar de los dioses, podrás acabar la visita saboreando uno a elegir entre 15 de los que ofrecen cada día en la sala Mirador mientras disfrutas de las vistas de la ciudad y el río.
Si quieres ver este museo interactivo, puedes reservar tu entrada en el siguiente enlace:
Además, a partir del 26 de marzo de este año 2024, podrás disfrutar además de la experiencia Via Sensoria (la entrada va a parte, aunque si combinas las 2, te hacen un 30% de descuento).
La Via Sensoria consiste en una experiencia sensorial que combina un recorrido por las 4 estaciones mezclando proposiciones artísticas con una degustación de bebidas.
Durante el recorrido degustarás 4 vinos del mundo, u originales bebidas sin alcohol, asociadas al mundo artístico y a las 4 estaciones.
9.2 EL MUSEO DEL VINO
El Museo del Vino y el Negocio, se encuentra en Les Chartrons, el emblemático barrio del Puerto de la Luna.
Se trata de un edificio con tres siglos de historia, una hermosa casa de un comerciante con un estilo típico del siglo XVIII, con una imponente fachada.
Aunque lo quizás lo más singular sean las bodegas abovedadas y la tonelería que trazaban el día a día de los comerciantes del siglo XIX.
10. ENTRAR EN EL GRAN TEATRO
Situado en un edificio majestuoso construido por Victor Luis, con un pórtico con 12 columnas sobre las que descansan 12 estatuas de piedra: 9 musas y 3 diosas (Minerva, Venus y Juno).
En el interior, de acceso gratuito (salvo que haya algún espectáculo) destaca su gran escalinata que sirvió de modelo para la Ópera de París.
11. TOMAR UNA COPA DE VINO EN LA ESCUELA DEL VINO DE BURDEOS
La Escuela del Vino es un bar que se encuentra justo en frente de la Oficina de Turismo y es uno de los mejores lugares de la ciudad para probar diferentes vinos a buen precio.
Se encuentra en la MAISON GOBINEAU, un edificio con forma de barco que es la sede del Consejo Interprofesional del Vino de Burdeos y su bar es toda una institución en la ciudad.
12. ATRAVESAR LA PEY BERLAND
En esta espectacular plaza se encuentran el Ayuntamiento y la Catedral de San Andrés, con su torre del campanario separada.
Esta catedral fue escenario del matrimonio de Leonor de Aquitania y Luis VII, el futuro rey de Francia, en el año1137, y cinco siglos más tarde, de la unión entre Ana de Austria y Luis XIII.
¿Sabías que en la época de la Revolución este templo sirvió como reserva de forrajes?
Y como muchos templos europeos, tampoco se escapó de sufrir un devastador incendio en el siglo XIX, hasta tal punto de que su mobiliario tuvo que ser reconstituido con los restos de otras iglesias.
El campanario se encuentra separado ya que el que había del siglo XII no podía soportar el peso de las campanas y el «bourdon» o campana mayor.
Se puede subir a lo alto de la Pey-Berland por 6 euros (gratis hasta los 25 años). Debes saber que son unos 50 metros y un total de 229 escalones, pero si lo haces, además de ver la cuarta campana más grande de Francia, podrás disfrutar de una excepcional vista de la ciudad y sus monumentos.
No olvides acercarte al Palacio Rohan, antiguo Palacio Arzobispal y actual ayuntamiento.
13. ADMIRA EL SEGUNDO CAMPANARIO MÁS GRANDE DE FRANCIA
La Flèche Saint-Michel, es el segundo campanario más alto de Francia, se alza hasta los 114 metros y ofrece un panorama único de la ciudad.
La torre de la iglesia de Saint-Michel también es conocida por su cripta.
Y es que la Fléche fue construida sobre fue construida en el siglo XV sobre una antigua fosa común donde se colocaron a finales del siglo XVIII las momias exhumadas del cementerio que una vez la rodeaba.
Estas momias (unas 70) atrajeron a miles de visitantes, incluyendo algunos escritores ilustres como Victor Hugo o Gustave Flaubert.
Pero este macabro espectáculo terminó en 1990.
Hoy en día, lo que se puede ver una exposición audiovisual que recuerda a las momias que estuvieron expuestas.
Aunque, si te habías quedado con ganas de subir a la torre o ver la cripta, tendrás que esperar unos años ya que en la actualidad la Flèche Saint-Michel está en proceso de restauración y no se puede visitar.
14. COMPRAR UNA BOTELLA DE VINO
Sin duda alguna, uno de los mejores souvenirs de esta ciudad, posiblemente sea una botella de vino.
El mejor sitio para hacerlo es en una de las tiendas más bonitas de la ciudad: L’Intendant Grands Vins de Bordeaux, que se encuentra en el centro de la ciudad, justo en frente del Teatro Principal.
En sus diferentes pisos podrás encontrar botellas para todos los gustos, aunque ya te advertimos que muchas no están al alcance de todos los bolsillos.
15. BUSCA LA ESTATUA DE GOYA
El famoso pintor español pasó los últimos años de su vida en esta ciudad en la que pintó su última gran obra La lechera de Burdeos. En ella podrás encontrar, además de su estatua, una calle con su nombre y la casa en la que vivió, hoy en día convertida en la Sede del Instituto Cervantes.
Pero, ¿sabías que en esta ciudad Goya perdió literalmente la cabeza?
Cuando se propuso repatriar el cuerpo del pintor en 1899, al abrir el panteón donde reposaban sus restos mortales, su cabeza había desaparecido.
Algunas teorías apuntan a que lo habrían sacado para estudiarlo ya que en aquella época los asaltos a los cementerios por parte de estudiantes de medicina estaban a la orden del día.
Aunque otra teoría apunta al pintor Dionisio Fierros, que cuenta con un cuadro que se encuentra en el Museo de Zaragoza en el que figura un cráneo y en cuya parte trasera se lee: «El cráneo de Goya pintado por Fierros en 1849».
Es decir, 21 años después de la muerte del artista y medio siglo antes de que el cuerpo diplomático español se dispusiera a devolver a España su célebre hijo pródigo.
Sea cual sea la razón, a día de hoy el cráneo de Goya sigue sin aparecer.
La Bordeaux CityPass
La tarjeta de la ciudad está disponible en tres formatos: 24, 48 o 72 horas consecutivas.
Comprarla o no dependerá de lo que quieras ver en Burdeos. Pero si vas el mismo día a la ciudad del vino y a los Bassins des Lumières que queda justo enfrente, compensa.
Además, incluye la entrada a 15 museos y monumentos, transporte ilimitado (tranvía, autobús, transporte fluvial) y 1 visita a la ciudad de tu elección.
Hay un citypass junior para niños de 6 a 17 años con los mismos beneficios.
Los precios son los siguientes:
- 24H: 34€/adulto (19€/junior)
- 48H: 44€/adulto (26€/junior)
- 72H: 50€/adulto (31€/junior)
¿DÓNDE COMER EN BURDEOS?
La ciudad ofrece multitud de restaurantes para todos los gustos y opciones para todos los bolsillos.
Comer barato en Burdeos
Los lugares más económicos son los puestos de los mercados, y como ya hemos dicho, son uno de los mejores lugares para comer.
Los típicos son el histórico mercado de Capucins, el más grande de Burdeos, que adentra a los visitantes en un ambiente típico (cierra los lunes) y el mercado de Chartrons, que consta de diferentes y variados puestos para disfrutar del frentel Garona los domingos por la mañana.
Si vas a la Cité du Vin o a les Bassins des Lumières, os aconsejamos les Halles de Bacalan, un mercado que queda en medio de los dos lugares y que cuenta con una veintena de puestos donde podrás comprar productos frescos y/o degustar platos cocinados allí mismo.
Pero además, de diferentes resaturantes con cocinas de diferentes sitios del mundo, también hay restaurantes de alta cocina o de cocina de autor y otros más típicos.
No te vayas sin probar una deliciosa galette (crepe salada) o un crepe dulce en el restaurante Nom d’une Crèpe, la Creperie Gourmands o en cualquier crepería de la ciudad.
Restaurantes un poco más caros que merecen la pena
Si te encanta el queso, deberías ir al restaurante Baud et Millet en el que todos sus platos tienen queso. Además cuenta con una opción de menú que consiste en una «barra libre» de queso. Se llama la Cueva de los 100 quesos, en la que podrás visitar su bodega de maduración de quesos y probar todos los que quieras por 36€.
Si te gusta más la cocina creativa, te aconsejamos el Atelier des Faures. Nosotros fuimos la primera noche porque era tarde y nos quedaba cerca del hotel, pero nos sorprendió gratamente. Es un local pequeño, muy popular entre los bordeleses y que suele estar lleno.
Al mediodía su menús están entre los 16 (del plato único) y los 25€.
Por la noche, cuneta con varios platos de su menú degustación y 2 menús a elección del chef por 45 euros (4 platos) y 55 euros (5 platos) que incluyen entrantes, pescado o carne y postre. Todo lo que probamos nosotros estaba buenísimo.
¿QUÉ HACER EN LOS ALREDEDORES DE BURDEOS?
Si dispones de un par de días más, te proponemos 2 opciones:
- Ir a Arcachon y visitar la Dune du Pilat, la duna más grande de Europa
- Visitar Sant Emilion, entrar en sus bodegas y disfrutar de un agradable paseo entre viñedos.