La ruta por el sur de Islandia, continuó nuestro penúltimo día en la isla.
Comenzamos dando un paseo por Vik y otra de sus famosas playas para ver los mejores acantilados de la isla.
PLAYA DE REYNISFJARA
Es una preciosa playa de arena negra, desde la que pueden verse las famosas rocosas de Reynisdrangar que según la leyenda son fruto de la petrificación de tres trolls.
La leyenda popular islandesa cuenta que tres maléficos trolls llamados Skessudrangar, Landdrangar y Langhamrar habían salido de sus cuevas durante la noche y descubrieron en la costa un barco extranjero, así que decidieron atacarlo y, tras matar a toda la tripulación, empezaron a arrastrar el enorme barco de tres mástiles hacia la orilla.
El trabajo fue duro y tardaron más tiempo del que habían previsto, pero como no querían abandonar la nave porque dentro había muchos tesoros, cuando quisieron darse cuenta estaba empezando a amanecer.
Decidieron abandonar el barco y nadar rápidamente hasta la orilla, pero ya era tarde y se convirtieron en piedra con los primeros rayos de sol.
Aunque sus formas se ven mucho mejor desde la Playa de Vik.
Al lado de estas formaciones rocosas se encuentra el acantilado Reynisfjall, uno de los lugares favoritos de los frailecillos o puffins, en inglés, que se lanzan desde él hasta el mar en busca de comida.
En la base de este acantilado podemos ver más columnas basálticas como las que habíamos visto el día anterior en Svartifoss.
En este mismo acantilado se localiza una cueva, Hálsanefshellir, cuyas paredes están también formadas por columnas de basalto. Desde aquí, las vistas en conjunto de la playa de Reynisfjara son maravillosas teniendo con los acantilados Dyrhólaey como telón de fondo.
ACANTILADO DYRHÓLAEY
El acantilado Dyrhólaey, reconocible por su característico saliente de roca de 120 metros de longitud y con dos arcos, que nos recuerda a los de la Playa de las Catedrales, en Lugo está unos kilómetros más adelante.
Para llegar hasta allí hay subir por una pista de tierra y piedras con bastante pendiente, pero las vistas merecen la pena. Nada más aparcar, vemos un bonito faro.
El espectacular arco de piedra de se encuentra en el extremo oeste de la playa Reynisfjara que es el protagonista de este acantilado ofrece unas magníficas vistas a las dos playas que lo rodean.
La zona es una reserva natural protegida que está cerrada de mayo a junio para favorecer la nidificación de los frailecillos que se reproducen en estos meses.
UN AVIÓN ABANDONADO
Nuestra siguiente parada fue para ver este curioso avión abandonado en una playa al sur de Islandia desde hace más de cuatro décadas.
En 1973 un avión de la marina de los Estados Unidos tuvo que realizar un aterrizaje forzoso cuando el piloto se dio cuanta de que el avión había tenido una gran pérdida de combustible y que podía caer en cualquier momento.
La gran astucia del piloto hizo que tomase la decisión más acertada: salir de la zona montañosa que estaba sobrevolando y buscar un lugar más idóneo para llevar a cabo un aterrizaje de emergencia.
Como conocía bien Islandia, enseguida pensó que las anchas playas de tierra volcánica del sur de la isla serían las apropiadas para poder solventar el problema con éxito. Por lo tanto, decide probar suerte en Sólheimasandur.
Su gran habilidad hace que el aterrizaje sea un éxito y que no haya que lamentar la pérdida de vidas humanas.
Pero el avión no corrió la misma suerte y quedó demasiado dañado como para intentar moverlo y allí se quedó para siempre. Al estar en una zona tan inhóspita, alejado de la carretera principal y de cualquier aeródromo, lo mejor era dejarlo en ese lugar.
Décadas más tarde, alguien hizo una fotografía de este avión que las redes sociales se hizo viral, haciendo de este avión otro icono más de Islandia.
¿Cómo llegar hasta el avión abandonado?
Para llegar hasta él hay que caminar desde un aparcamiento al lado de la N1 o bien alquilar una bicicleta y seguir un sendero marcado con balizas amarillas unos 4 km.
La distancia es un poco larga si no tienes mucho tiempo ya que son unos 8 km ida y vuelta, pero a nosotros nos encantó verlo.
Desgraciadamente, mucha gente aprovecha para subirse a él y hacerse fotos o se lleva partes del avión, con lo cual cada vez está más deteriorado.
GLACIAR EYJAFJALLAJÖKULL
Es el 6º glaciar más grande y uno de los más antiguos de Islandia. Tiene una preciosa laguna con restos de icebergs a sus pies.
El contraste de tonos azulados de los restos del glaciar con el negro de la arena y el verde de las montañas hacen de este paisaje en lugar mágico. Siguiendo un poco más el sendero que parte desde el aparcamiento, se puede ver el principio del glaciar.
Nos habría encantado hacer una ruta con crampones sobre este glaciar, pero nos queda pendiente para la próxima vez.
CRÁTER KERID
El cráter Kerid o Kerið es un lago de origen volcánico que se formó hace 6500 años. Está ubicado en el área de Grímsnes, en el sur de Islandia, en la popular ruta turística conocida como el Círculo Dorado.
Para visitarlo hay que pagar (400 kr) ya que se encuentra dentro de una propiedad privada, pero merece la pena. La caldera de este volcán tiene forma ovalada. Mide unos 270 metros de largo, 170 de ancho y 55 de profundidad. El agua que hay dentro varía su profundidad entre 7 y 14 metros.
Se puede recorrer tanto por la parte superior como por la inferior, al lado del lago. Ambas vistas son impresionantes por el contraste del tono azul-verdoso del agua con los rojizos de la tierra y los verdes de la vegetación que ha ido surgiendo a lo largo del tiempo.
Y si te cansas, siempre puedes pararte a descansar un rato y disfrutar de las hermosas vistas que ofrece este banco.
Terminamos nuestra ruta del día en la Laguna Azul donde no hicimos fotos ya que simplemente nos relajamos y disfrutamos del momento.
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