Se acerca la Navidad y muchas ciudades de Europa ya han encendido sus alumbrados navideños. En España, destaca el de Vigo, pero como lo que queremos en este artículo es hablaros de los mercadillos navideños, vamos a centrarnos en Alemania, en donde tienen su origen a principios del siglo XV y donde ya han comenzado.
Los que hemos elegido en esta ocasión es porque se encuentran en ciudades que hemos visitado los últimos años en los puentes previos a la Navidad y que nos han encantado.
El orden no es porque uno sea mejor que otro, ya que cualquiera de los lugares y sus mercadillos de Navidad son muy bonitos.
1. HAMBURGO
Comenzamos por Hamburgo porque es una ciudad que también nos ha sorprendido mucho. Es verdad que nos habían contado que estaba muy bien y que había mucha marcha, pero hay que ir allí para verlo.
En toda la ciudad hay varios mercadillos navideños, aunque los más impresionantes son el del Ayuntamiento, donde suelen poner un árbol de Navidad enorme, alrededor del cual colocan los diferentes puestos con figuras artesanales, comida, bebida… y el de Santa Pauli, que se encuentra en la zona de bares y pubs de la ciudad, por lo que la fiesta está asegurada.
Si estáis pensando en que al ser tan al norte hará mucho frío, con ir bien abrigados ya está. En los puestos de comida y bebida suele haber estufas y con una buena taza de Glühwein, de chocolate o de cualquier otra bebida caliente, el frío no te impedirá disfrutar del buen ambiente y conocer la ciudad.
2. COLONIA
Si en cualquier época, Colonia es una ciudad preciosa, en Navidad mucho más. En el centro hay varios mercadillos de Navidad en las principales plazas, cada cual más bonito.
Nosotros hemos estado el fin de semana pasado y os aconsejamos verlos todos. En el de la Plaza de la Catedral era el donde más gente había, por eso quizás nos haya gustado más el del Museo del Chocolate y el puerto, que queda algo más alejado del centro y por tanto, estaba más tranquilo, además las vistas al río y al canal son muy bonitas.
Allí pudimos disfrutar tranquilamente de una Currywurst con Glühwein por menos de 10€.
Otro de los mercados que no podéis perderos en esta ciudad es del de la Plaza del Ayuntamiento. Allí ponen una pista de hielo enorme y la gente patina y juega a una especie de «petanca sobre hielo».
3. FRANKFURT
Frankfurt es otra de las ciudades que nos sorprendió porque no esperábamos que tuviese un centro tan bonito.
La zona vieja, aunque es pequeña, es muy bonita. De aquí, sin duda alguna, el mercadillo de Navidad más espectacular es el de la Plaza Römerberg.
En ella se encuentra el Ayuntamiento y otros edificios típicos. Fue construida en el siglo XII y era el sitio de reunión de comerciantes y viajeros.
Hoy en día y, especialmente en esta época del año, sigue siendo el lugar en el que tanto locales como turistas se reúnen en los puestos de los comerciantes locales para tomar un buen vino caliente, las típicas salchichas o bien para comprar algo.
4. DÜSSELDORF
Düsseldorf ha sido el gran descubrimiento que hemos hecho este año. Es una ciudad muy bonita con un ambiente impresionante.
Cuando llegamos aún no habían abierto los mercadillos de Navidad y, a pesar de estar lloviendo un poco, en la zona de bares todos los locales e incluso las terrazas (con toldo) estaban llenas y había un montón de gente por la calle.
Después de visitar Bonn y Colonia regresamos a Düsseldorf a pasar la última noche y, como ya habían abierto todos los mercadillos navideños, la ciudad parecía muy diferente, con todas las calles iluminadas, la pista de hielo y los diferentes mercados en varias plazas, con todo el mundo disfrutando de la comida y bebida típica y también bailando en los conciertos.
5. BONN
Bonn, a pesar de haber sido la capital de la antigua República Federal Alemana, es una ciudad pequeñita que se ve en un día (incluyendo la visita a la casa de Beethoven).
Eso sí, es muy bonita y vale la pena una visita y, si es en Navidad, mucho mejor.
La plaza de la catedral y sus alrededores se llenan de puestos de artesanía en los que cualquier pequeño objeto, será un buen souvenir.
Si no hay nada que os convenza, por 2 o 3 euros, depende del puesto, siempre puedes volver a casa con alguna taza después de haber tomado la consumición.
Al pedir el Glüwein, ponche de huevo (no nos gusta nada) o cualquier otra bebida caliente, pagas una pequeña fianza que te devuelven cuando entregas la taza. Aunque si te gusta mucho, es un buen recuerdo ya que suelen ser muy bonitas (a nosotros el primer año, la cosa se nos fue de las manos y volvimos a casa con 6 tazas, que, para viajar sólo con una mochila, son bastantes).
6. HEIDELBERG
Heidelberg es uno de los pueblos con más encanto de Alemania. Todo gira alrededor de la calle principal, la Hauptstrasse, una calle larga, bonita y con mucho ambiente.
Hay dos mercadillos en las dos plazas que hay pegadas a la calle principal.
Desde el mercadillo de la Plaza del mercado se puede ver su inmenso castillo, que bien merece una visita, aunque sólo sea para pasear por sus jardines y disfrutar de las vistas de Heidelberg.
Si os gusta el senderismo, no podéis perderos el Philosophersweg o Paseo de los Filósofos, al otro lado del río, desde sus miradores se obtienen las mejores vistas panorámicas de Heidelberg con el Puente de Carlos Teodoro, con su Puerta de Carlos (desgraciadamente, cuando fuimos nosotros, la estaban restaurando).
7. BREMEN
Bremen es otra pequeña ciudad, que se encuentra muy cerca de Hamburgo. Es conocida por los músicos de Bremen, que tienen una estatua en la plaza del Ayuntamiento, donde también se concentra su mercadillo de Navidad.
Es otro lugar pequeño, para ver en un día y poder disfrutar tanto del ambiente de la plaza central, como de los puestecillos junto al río.
Si quieres saber un poco más de la historia de la ciudad, puedes hacer este free tour.
8. COPENHAGUE
La capital danesa, también es otra de las ciudades para visitar en esta época. Puede que haga un poco más de frío que en Alemania por encontrarse más al norte pero, si todo el año es muy bonita, en Navidad quizá lo sea mucho más.
En la ciudad hay varios mercados navideños, pero quizás los más bonitos sean los del Tívoli, el Nyhavn y el Ayuntamiento.
Aquí también sirven vino caliente con especias, aunque es un poco diferente al alemán. Se llama Glögg y es un poco más dulce, para nosotros igual de bueno, aunque eso ya depende de los gustos.
¿Habéis estado en otros mercadillos de Navidad en Alemania u otros países? ¿Cuál os ha gustado más?