Múnich es la tercera ciudad más grande de Alemania, después de Berlín y Hamburgo.
Es conocida por el Oktoberfest, la gran fiesta de la cerveza que tiene lugar cada año.
La mejor opción para conocerla es con un free tour que te llevará por los principales lugares de la ciudad.
Pero aquí te dejamos un listado de las cosas que no te puedes perder:
1. Las puertas de la muralla
En Múnich se conservan las tres puertas medievales: Isartor, Karlstor y Sendlingertor que dan acceso al centro histórico.
2. Marienplatz
La plaza más espectacular de la ciudad que se halla en el corazón de la misma.
Su nombre se debe a la columna de María que ocupa el centro de la plaza y conmemora el final de la Guerra de los Treinta Años.
Se dice que desde que empezó la guerra, cada día los ciudadanos le pedían a la virgen que se acabase la guerra y, por eso, al acabar hicieron esta columna con la imagen de la Virgen María como símbolo de protección de la ciudad.
Además, en la base de la columna se hallan cuatro ángeles que luchan contra los cuatro males de la época: la serpiente, que representa la herejía; el dragón, símbolo del hambre; el león, que simboliza la guerra y el basilisco que representa la peste.
Aquí tiene lugar importantes eventos del año como el tradicional mercado de Navidad o las celebraciones del Bayern de Munich.
En ella se encuentran los dos ayuntamientos de la ciudad. Sí, sí, has leído bien, la ciudad conserva estos dos edificios en la actualidad.
El viejo ayuntamiento
El edificio tuvo que ser reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial y dejó de funcionar como tal en 1874.
Hoy en día alberga el museo del juguete y un espectacular salón de baile donde se celebran importantes conmemoraciones.
Lo más destacado de esta sala son las copias los bailarines Morris, un baile popular en el siglo XV similar al ballet que tiene sus orígenes en África. Los originales se hallan en el Museo de la Ciudad de Munich.
El capítulo más oscuro de este edificio es que fue escenario de un importante hecho histórico: el discurso del ministro nazi de Propaganda, Joseph Goebbels, que dio lugar a la Noche de los Cristales Rotos el 9 de noviembre de 1938.
El nuevo ayuntamiento
Este espectacular edificio neogótico, terminado de construir en 1905, guarda uno de los tesoros de la ciudad, su carrillón.
Está situado en la torre principal, y es uno de los carrillones más grande de Europa.
Cada día a las 11 y a las 12 de la mañana y , también a las 5 de la tarde de marzo a octubre, se pueden ver en funcionamiento sus 32 figuras que representan 2 escenas importantes de la historia de Munich:
El piso superior muestra el matrimonio del duque Guillermo V con Renata de Lorena, después de batirse en duelo en un duelo a caballo.
En la planta inferior se muestra el baile de los toneleros. Se dice que, tras una gran epidemia de peste, los toneleros fueron los primeros en salir de nuevo a la calle y bailar para divertir a la población que no se atrevía a salir.
Como curiosidad, debes saber que este hecho fue tan importante, que desde entonces, cada 7 años los toneleros vuelven a bailar en las calles de Munich.
Además, todas las noches a las 21:00 horas, el Münchener Kindl se acuesta con música de «Die Meistersinger von Nürnberg» de Richard Wagner y «Lullaby» de Johannes Brahms.
Un vigilante nocturno aparece en el arco del pilar de la izquierda y toca el cuerno tres veces.
A continuación, aparece el Friedensengel (ángel de la guarda) en el pilar de la derecha para proteger al Munchener Kindl (el monje con apariencia de niño que aparece en el escudo de la ciudad).
El carillón funciona con energía solar y tiene un total de 43 campanas que, juntas, pesan unas siete toneladas.
Si decides entrar al nuevo ayuntamiento, no te pierdas la biblioteca jurídica, es una de las más bonitas de Munich.
La entrada es gratuita, pero está regulada y aconsejan no estar mucho tiempo para no saturar la sala.
Aunque sus pasillos y escaleras son igual de impresionantes y es que en sus 10000 metros cuadrados de superficie dan para mucho.
Otro lugar interesante para visitar es su torre, desde la que hay unas fantásticas vistas de la plaza y la ciudad. Además se sube en ascensor.
3. Peterskirche o Iglesia de San Pedro
Es la iglesia católica más antigua de Munich. Su torre alberga las campanas y los relojes más antiguos de la ciudad.
Desde sus orígenes en el siglo XII, este templo ha sufrido varios percances.
En Munich hubo un gran incendio que asoló la ciudad en 1327 y Peterskirche también se vió afectada.
Más tarde, en 1607, una tormenta de rayos dañó las agujas que coronaban las dos torres que tenía originalmente la iglesia. Por lo que se opta por reformarlas y reconstruir el templo con una sola torre.
Finalmente, tampoco pudo esquivar los bombardeos de la II Guerra Mundial, que nos llevan hasta la última reforma, que es como se puede ver hoy en día.
Y, aunque el exterior sea bastante austero y pueda pasar un poco desapercibida, la verdadera belleza de San Pedro reside en el interior.
Además, desde lo alto de la torre de 90 metros, conocida por los muniqueses como como Alter Peter, o Viejo Pedro, podrás disfrutar de unas de las mejores vistas de la ciudad.
Para ello, deberás subir los 306 empinados escalones que conducen a este fantástico mirador.
4. Frauenkirche, la Catedral de Munich.
Construida sobre los restos de una antigua basílica romana entre 1468 y 1525.
La mayor parte del interior del templo quedó destruido durante la Segunda Guerra Mundial, pero se conservaron sus dos torres y algunas vidrieras.
Como curiosidad, debes saber que sus dos torres no son exactamente idénticas, ya que una de ellas es unos centímetros más alta que la otra.
Este espectacular templo gótico esconde, tras su majestuosa fachada, una curiosa leyenda que relaciona al mismísimo demonio con este bonito lugar.
Esta leyenda cuenta que el maestro de obras hizo una apuesta con el diablo para terminar su iglesia a tiempo pactando con él no construir ninguna ventana más en la iglesia que las dos que se ven desde la entrada.
Cuando la iglesia estuvo terminada, el diablo entró al edificio para ver si el maestro de obras había cumplido el pacto, pero en vez de entrar por la puerta principal, entró por una de las laterales y vio que entraba un montón de luz por las enormes vidrieras.
Rápidamente se dirigió al arquitecto para decirle que no había cumplido su parte del trato.
Pero éste lo llevó a la entrada principal, desde la que, mirando al altar mayor, no se puede ver ninguna ventana y le dijo que no había hecho más ventanas de las que ya había cuando hicieron el pacto en ese mismo lugar.
Entonces, el diablo, tremendamente rabioso pateó el suelo, dejando para siempre su huella en el pavimento.
5. Odeonsplatz
Odeonsplatz es una imponente plaza rodeada por majestuosos edificios que fue diseñada como entrada triunfal para la ciudad.
Se la conoce como la Plaza del Odeón ya que, en el momento de su construcción se ubicaba en este lugar una gran sala de conciertos .
En esta plaza detuvieron a Hitler durante el Putsch de Múnich, un intento de golpe de Estado en la Alemania de 1923 liderado por el führer.
Pero años más tarde, cuando se hizo con el poder, quizás para que la gente olvidase su detención, convirtió Odeonsplatz en un santuario nazi.
Muy cerca de esta plaza se encuentra una pequeña calle que merece la pena visitar.
6. Viscardigasse
Viscardigasse es el nombre de una estrecha calle a la derecha de Residenzstrasse. No es que sea una calle muy llamativa, pero sí tiene una gran relevancia histórica.
Durante la época nazi, el Feldherrnhalle o Templo de los Generales, ubicado en Odeonsplatz, fue utilizado como centro de operaciones militares.
Allí, Hitler mandó colocar un estandarte con un águila dorada y una esvástica ante la cual, todo el que pasaba se debía cuadrar e inclinar su cabeza.
Y, por si a alguien se le ocurría no hacerlo, tanto de día como de noche, había 2 guardias armados de la SS vigilando que todo el mundo saludase al estilo nazi, con un «Heil Hitler» levantando el brazo.
Pero, como en todos lados, hecha la ley, hecha la trampa. Y aquí reside la importancia de esta calle que era usada por muchos muniqueses, entre los cuales había muchos judíos, que se resistían a la opresión nazi, y atajaban por esta calle para evitar esos saludos.
Popularmente, Viscardigasse es conocida también como Drückebergergasse o shirker’s lane (línea de evasión).
7. Hofbräuhaus, la cervecería más famosa de Munich
Con casi 5 siglos de historia, esta cervecería se ha convertido en uno de los lugares imprescindibles que visitar en Munich.
Fue fundada como cervecería real en 1598 y, hasta el siglo XIX, en ella sólo podía entrar la aristocracia.
Quizás hoy en día no todo el mundo conoce su oscuro pasado cuando Hitler daba aquí sus primeros discursos para formar el partido nazi.
Fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente reconstruida para convertirse en uno de los lugares más populares para degustar los platos típicos de Baviera acompañados de una buena cerveza alemana.
Si quieres comer aquí, reserva mesa en cuanto compres el vuelo porque suele estar siempre llena y suele haber una larga lista de espera.
8. Viktualienmarkt, el mercado al aire libre más importante de Múnich
Este gran mercado de alimentación cuenta con más de 100 puestos diferentes.
En él puedes encontrar desde frutas y verduras a carne, pescado, productos lácteos, miel o flores, entre otros productos.
Abre de lunes a viernes de 8:00 a 20:00 horas y los sábados de 10:00 a 18:00 horas. Los domingos está cerrado.
9. Residenz o Palacio Real
Este bonito palacio fue la residencia y sede del gobierno de los duques, electores y reyes bávaros desde1508 hasta 1918.
Después de una severa destrucción durante la Segunda Guerra Mundial, la residencia fue reconstruida a partir de 1945. Hoy, con los museos de la Administración del Palacio de Baviera (Residenzmuseum), el Teatro Cuvilliés y varias salas culturales, es uno de los museos más grandes de Baviera.
Todo el edificio y los jardines son impresionantes. Las salas están brillantemente decoradas como esta imagen de la Sala Ancestral.
10. El Palacio Nymphenburg
En este palacio viajarás en el tiempo a la época de la monarquía bávara, en la que podrás ver el extenso castillo con sus jardines y sus fuentes.
Pero también sus magníficas salas realizadas por los mejores escultores, pintores y yeseros de la época.
11. Englischer Garten
En este parque al estilo de los jardines ingleses te puedes encontrar a gente surfeando cualquier día del año.
Esto se debe a la gran ola artificial que hay en el río Eisbach a su paso por este parque.
El Englischergarten o Jardín Inglés uno de los parques urbanos más grandes del mundo, por esta razón se considera el pulmón verde de la ciudad.
En él también podrás ver la Torre China, una pagoda fabricada en madera del siglo XVIII. En ella se encuentra el segundo Biergarten más grande de Munich. Allí podrás aprovechar para comer o tomar algo.
12. Karlsplatz
Esta plaza semicircular, también conocida como Stachus, es otra de las puertas de entrada al centro a través de la Karlstor o Puerta de Carlos.
En alemán, Stachus es una expresión que se usa en la zona de Baviera para referirse a cuando hay muchas cosas en algún lugar.
Este es el caso de día y de noche en la Stachus de Múnich. En ella confluyen varias líneas de metro, tren y tranvía, demás de coches, autobuses, ciclistas y peatones. Algunos solo quieren cruzar el casco antiguo, otros comienzan aquí su paseo por la zona peatonal.
13. El Hofgarten
El Hofgarten o Jardín de la Corte, es un bonito jardín de estilo italiano que se encuentra en la cara norte de la Residenz, muy cerca de Odeonsplatz y del Jardín Inglés.
En él destaca un pabellón central dedicado a la diosa Diana, en torno al cual fluyen varios senderos rodeados por setos.
14. El Parque Olímpico
Este complejo olímpico se inauguró para Olimpiadas de 1972.
Al terminar este importante evento, el parque se ha convertido en uno de los pulmones verdes de la ciudad, convirtiéndose en uno de los espacio preferidos por los muniqueses para pasear o correr.
Pero tambiés sirve de escenario para la celebración de diferentes eventos musicales, deportivos, exposiciones y congresos.
15. El complejo de la BMW
Si eres un apasionado o apasionada de los coches, seguro que te encanta este lugar. Está junto al Parque Olímpico y sus edificios son espectaculares.
¿DÓNDE COMER EN MÚNICH?
En la ciudad hay miles de restaurantes para todos los gustos y bolsillos.
Seguramente, una de las opciones favoritas de todos los viajeros es la Hofbrauhaus por su historia y el encanto de este lugar. Aunque debes saber que si quieres comer aquí lo mejor es que reserves con antelación, aunque sólo quieras tomar una cerveza ya que siempre está llenísima.
Si vas en diciembre y no quieres gastar mucho, puedes comer en alguno de los puestos de los mercadillos navideños que hay por toda la ciudad.
Otra opción económica para cualquier época del año es pedir un bocadillo en el Viktualienmarkt.
Por un poco más de dinero, puedes comer un buen Schnitzel en Andy’s Krablergarten.
Y ya para terminar, os aconsejamos un lugar muy céntrico que se encuentra justo al lado de la catedral y que nos encantó y no nos pareció demasiado caro: el Nürnberger Bratwurst Glöckl am Dom.