Mirambel, es un pueblo detenido en el tiempo en el corazón del Maestrazgo turolense, entre montañas, valles silenciosos y paisajes rurales que parecen sacados de una postal, por esto es uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de Aragón.
Pasear por sus calles empedradas es como viajar siglos atrás, en un escenario donde la historia, la arquitectura medieval y la tranquilidad se dan la mano.

Mirambel es un destino perfecto para una escapada rural. Recorre su casco histórico, visita el convento de las Agustinas y déjate sorprender por su legado templario y su encanto literario.
Un pueblo con historia y murallas
Mirambel fue un enclave estratégico en la Edad Media y aún conserva buena parte de sus murallas, portales, casas señoriales y conventos. Fue tierra de la Orden de los Caballeros del Temple, y más tarde, de los sanjuanistas. De hecho, es uno de los pocos pueblos del Maestrazgo que ha conservado su trazado urbano original casi intacto.

Uno de sus símbolos más reconocibles es el Portal de las Monjas, una elegante celosía de yeso que forma parte del antiguo convento de las Agustinas. También destacan la Casa Consistorial, con su lonja de arcos de medio punto, y la Iglesia Parroquial de Santa Margarita, de estilo barroco.
Mirambel en el cine y la literatura
Su belleza no ha pasado desapercibida para el cine: aquí se rodaron películas como Tierra y libertad de Ken Loach, y también ha sido escenario de series de época.
El escritor Pío Baroja también se inspiró en Mirambel para su novela La venta de Mirambel, y en sus propias memorias habla con cariño del lugar y sus gentes.
¿Qué hacer en Mirambel?
- Pasear sin prisas: la mejor forma de conocer el pueblo es caminando. Cada rincón tiene historia.
- Visitar el Convento de las Agustinas: con su famosa celosía, hoy alberga la oficina de turismo y un centro de interpretación.
- Subir a lo alto de las murallas: para disfrutar de vistas espectaculares del entorno.
- Recorrer la Ruta de los Silos o la Ruta de los Miradores: pequeños senderos ideales para conectar con el paisaje del Maestrazgo.
- Explorar pueblos cercanos como Cantavieja o La Iglesuela del Cid, todos cargados de patrimonio e historia.
- Probar la gastronomía local: en Mirambel y su entorno podrás probar platos típicos como el ternasco de Aragón, migas, sopas caseras o productos de la matanza. También destacan los embutidos, quesos artesanos y dulces tradicionales como las rosquillas o pastas de anís.
La comarca del Maestrazgo en Teruel es ideal para recorrerla despacio, sin prisas, disfrutando de su silencio, su historia y su autenticidad.
Si tienes tiempo, visita también Cantavieja, capital histórica del Maestrazgo y uno de los pueblos más espectaculares de la zona, colgado sobre un impresionante peñasco.